Bajo el hacha implacable
¡Cuán presto
en tierra cayeron
Encinas y Robles!
Y a los rayos del alba risueña
¡Que calva aparece
la cima del monte!
Los que ayer fueron bosques y selvas
de agreste espesura.
Donde envueltas en dulce misterio
al rayar el día
flotaban las brumas.
Y brotaba la fuente serena
entre flores y musgos oculta.
Hoy son áridas lomas
deformes y negras
sus hondas cesuras
ya no entonan en ella los pájaros
sus canciones de amor.
Ni se juntan
cuando mayo alborea en la fronda
que quedó de sus robles desnuda.
Solo el viento al pasar trae el eco
del cuervo que grazna
del lobo que aulla.
Bajo el hacha implacable
¡Cuán presto
en tierra cayeron
Encinas y Robles!
Y a los rayos del alba risueña
¡Que calva aparece
la cima del monte!
Los que ayer fueron bosques y selvas
de agreste espesura.
Donde envueltas en dulce misterio
al rayar el día
flotaban las brumas.
Y brotaba la fuente serena
entre flores y musgos oculta.
Hoy son áridas lomas
deformes y negras
sus hondas cesuras
ya no entonan en ella los pájaros
sus canciones de amor.
Ni se juntan
cuando mayo alborea en la fronda
que quedó de sus robles desnuda.
Solo el viento al pasar trae el eco
del cuervo que grazna
del lobo que aulla.
(Rosalía de Castro)
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Ohh non coñecía este poema da Rosalía, gustoume moito.
O que se aprende no blog do Goiriz, manda carallo 😉
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