Un año y un día después…

Por: Fermín Goiriz Díaz
Hoy, sin saber el porqué, lo primero que hice al sentarme delante del ordenador fue visitar a mi ya casi olvidado blog personal. Quedé sorprendido al ver que el último post que publiqué tiene fecha de ayer, pero de hace un año.
Durante unos segundos, que me parecieron minutos, me quedé bloqueado cual Windows y, como veterano que soy en esto de los bloqueos varios, apagué y volví a encender mi equipo. Unos segundos después mi disco duro personal e intransferible (de momento creo que lo es, pero todo se andará), comenzó a trabajar tomando la decisión de abrir el OpenOffice Writer y ponerse a escribir lo que ustedes están leyendo y que espero no les indigeste lo que resta del día.
Durante este año la cosa internacional está más o menos como siempre y los que se mueren de hambre también son los de siempre. Las guerras mundiales se juegan en campos de batalla “neutrales” para que parezca que la cosa no va con los verdaderos contendientes principales del cotarro y así, también, les ahorran un disgusto a sus súbditos al ver caer los misiles y demás artillería en sus propias casas. Mucho mejor verla por la televisión, dónde va a parar?
Los británicos decidieron en referéndum que se van de la Europa política creando algún roce que otro pero que la libra esterlina se encargará de solucionar sin mayores problemas. Mientras tanto, los fondos de inversión ingleses compran todo cuanto se mueve en España, excepto a los camareros, que los prefieren libres de ataduras contractuales.
En España la cosa está… perdón, de España escribiré en cuanto me llegue el níhil óbstat del Ministerio correspondiente.
Me alegro de que mi disco duro haya decidido dedicar unos minutos a este, a pesar del aparente abandono, querido blog.