No queda ni una botella de RUA

Hoy por la mañana fuimos al Eroski a realizar el habitual avituallamiento para mantener la maquinaria en buenas condiciones de funcionamiento y, de paso, mercar unas botellitas del ya prestigioso RUA… Pero no, ni una mísera botellita del vino de Valdeorras a la vista… Solo quedaba en la estantería la etiqueta indicando el precio del agotado y renombrado vino, ¡la que ha armado el Robert Parker!. Este asunto es como el que tiene un cuadro en casa desde tiempos inmemoriales, tan malo y feo que hasta las visitas mas educadas no se cortan un pelo y te dicen sin tapujos que deberías tirarlo a la basura… Hasta que un amigo que vino a pasar unos días a tu casa y que, casualmente, es un experto en arte, repara en la puñetera y odiada pintura colgada de la pared y, tras observarla con detenimiento te suelta:

– ¡Amigo, me tienes impresionado…!

– ¿Yo?, hombre… por… ejem… por qué te tengo…

– Cómo que por qué… Hombre, Fermín, por dios… un Goya (es un decir) colgado en el pasillo y tu sin presumir de tal posesión ¡Un Goya! y, por cierto, de su mejor época…

– En fin, ya sabes que no me gusta airear mis cosas…  Pero, ya que te has enterado…¿Cuántos Euros pueden darme por el…?

Bueno, pues eso, como no había RUA me compré 200 grs. de “Choricitos González”… A falta de vino pan y choricito fino.

Enlace a la entrada sobre el vino RUA: AQUÍ

Publicidad Eroski Cedeira - Choricitos Gonzalez - fotografía por Fermín Goiriz Díaz