Una “Víbora Seoane” de paseo… que en realidad es una culebra de collar

Aquí os presento a una “vipera seoanei seoanei” que nos encontramos mientras dábamos u paseo por los alrededores de nuestra casa. A la colega le pusieron ese apellido en honor al naturalista ferrolano Víctor Ramón López Seoane que, entre otras cosas, realizó diversos estudios sobre el reptil. Normalmente procuro no andarme con bromas con este bicho aunque, como en este caso, sea un alevín de víbora (22 cm +-), pero no quería dejar pasar la oportunidad de tirarle unas fotos, bastante malas, por cierto… Y no es falsa modestia. La “bisha”, a pesar de su tamaño, te puede dar un bocao que te deja para el arrastre. En el rarísimo caso de que os dé un mordisco, además de ir a urgencias a toda máquina, procurar llevar al reptil con vosotros.  Os preguntaréis… ¿Y cómo la llevo? ¡Ah! Eso ya es cosa vuestra…

Actualización: 01-10-2010

Os pongo en «primera» el comentario que amablemente me envió don José Bellón aclarándome que la víbora en cuestión no es tal víbora, sino una cobra (Natrix Natrix).

Bos días sr Goiriz:
Perda coidado que non é vibora que é cobra. Creo que se trata dun exemplar novo de “cobra de colar” ou “cobra de auga”(Natrix natrix). De adultos perden o debuxo que semella un colar e vólvense máis verdosas. Son bastante frecuentes, e as novas polo seu aspecto algo raro e pola súa fereza (bufan e poñen a cabeza triangular)a xente pensa que se trata dunha víbora. A víbora ten a pupila oblícua e as escamas da cabeza máis pequenas, a cobra ten a pupila redonda e as escamas da cabeza grandes, como se ve nas fotografías. De certo estes animaliños, de verse na necesidade, tamén traban; pero a súa mordedura non é perigosa (disque, que eu non o probei).

La medida del tiempo

El instante

¿Dónde estarán los siglos, dónde el sueño

de espadas que los tártaros soñaron,

dónde los fuertes muros que allanaron,

dónde el Árbol de Adán y el otro Leño?

El presente está solo.  La memoria

erige el tiempo. Sucesión y engaño

es la rutina del reloj. El año

no es menos vano que la vana historia.

Entre el alba y la noche hay un abismo

de agonías, de luces, de cuidados;

el rostro que se mira en los gastados espejos

de la noche no es el mismo.

El hoy fugaz es tenue y es eterno;

otro Cielo no esperes, ni otro Infierno.

(Jorge Luis Borges)

Incitando a las pasiones bajas

Sin duda el último lugar en el que podía imaginarme semejante afrenta a las buenas costumbres era en el «Feirón de Cedeira» celebrado el domingo pasado ¡Por dios! ¡A dónde vamos a llegar! (esto se va pareciendo a un artículo de cierta prensa de los años 40 ó 50… Porque ahora ya no existe ese tipo de prensa ¿no?), continúo… Como todo el mundo sabe, las pasiones pueden ser la causa de la perdición del hombre. A un hombre puede perderle la pasión del juego, la bebida o las mujeres… cosa disculpable hasta cierto límite. Pero, lo que ya no se puede consentir es que ese hombre, débil por naturaleza, sea incitado a las pasiones bajas en un mercadillo al que, cándidamente, va a comprar unas inocentes zanahorias acompañado de su esposa ¡dios mío!

P.D.

Por si alguno no se enteró, esto es una coña (broma).

Atardecer y noche sobre Pantín

Aunque parezca lo contrario la primera foto está hecha a las 21:14 y la segunda a las 22:43 cuando el Sol ya hacía un rato que se había acostado… cosas de esta extraña primavera.

Los líderes del mundo como nunca los habíamos visto

El mes pasado aprovechando que casi todos los Jefes de Estado o Gobierno estaban reunidos en Nueva York, Platon, uno de los fotografos del «The New Yorker», célebre por sus retratos,  montó un pequeño estudio al lado de donde se celebraba la asamblea general y logró que gran número de primeros ministros o jefes de estado, que entraban o salían de la sala,  posaran para él… incluido nuestro presidente Rodríguez Zapatero.

El Resultado de su ¡fantástico! trabajo podéis verlo «pinchando» sobre el siguiente enlace «The New Yorker» comentado por el autor.