¿Qué tal?, ¿cómo lo llevan?

Por Fermín Goiriz Díaz (Transeúnte)

¿Qué tal?, ¿cómo lo llevan?, hago esta pregunta de forma retórica pues no está en mi ánimo recibir respuesta… claro que si lo quieren hacer, son ustedes muy libres. Llevaba tiempo sin aparecer por aquí en formato escrito y no porque no tuviese cosas que decir, muy al contrario, pero por una vez preferí guardar silencio y no dejarme llevar por mi impetuosidad y dejar que fuesen los eruditos profesionales los que iluminasen sus mentes. Sé que el decidir callar les privó a ustedes de otra de mis obras cumbres de la crónica político festiva del siglo XXI pero, si el nuevo Papa no lo impide, habrá otras ocasiones, a no ser que además de al señor Papa, a mi psiquis le dé por mandar todo a freir puñetas y dedicarse únicamente a leer a su politólogo de cabecera, aún a sabiendas de que los riesgos de que fallezca por isquemia al digerir nutrientes tan contaminantes sea más que probable.

Durante este silencio voluntario han ocurrido un sinfín de noticias que escandalizaron a las cándidas masas que se vieron sorprendidas al enterarse de que la corrupción afectaba a una buena parte de la clase política española y a sus propios amos. Esas mismas masas que cuando en la Comunidad Valenciana o en la Madrileña o en la otra y la otra… llevaban años dando claras muestras de que había algo que se parecía más a una organización mafiosa que a un gobierno en pos de un bien general, no sólo no se enteraron de lo que estaba ocurriendo, sino que, llegada la oportunidad de limpiar las inmundicias varias que llenaban palacios y palacetes, les dieron nuevamente su voto. Siendo bueno, podría achacar tal falta de sentido común a que la información que llega a los kioscos o por la tv. está dominada y al servicio de los grandes grupos finacieros, verdaderos jefes del cotarro y los que deciden qué peones son los que van, aparentemente y con nuestro voto, a dirigir nuestros destinos. Pero no, no hay disculpa que valga, incluso en esos medios -algunos verdadera bazofia-, si uno quiere y con poco esfuerzo, puede ver la mierda que sale de sedes y palacios varios.

Pero bueno, ahora que por fin ya parece que nos enteramos todos de lo que se nos venía encima y de que ya todos somos unos ciudadanos de pro que no vamos a permitir que nos vacilen nuevamente pero hete ahí que el PP sería hoy el partido más votado ¡Menos mal que vamos tomando conciencia del poder de nuestros votos!

Hala, ya me despido, hasta otro día, si los genes heredados así lo deciden y los míos propios tienen ganas de brindarles de manera altruista su sapiencia. No hay de qué.