O noso presidente ao seu

E o seu, de momento, é unicamente “desmontar” todo o feito ata o de agora polos anteriores gobernos. O seu afán lévalle ata a anular o decreto sobre o galego do goberno presidido por Manuel Fraga e do que, mira ti que cousas, él era membro. Ese decreto sobre a lingua galega estaba aceptado por todos. Por qué se empeñan algúns en complicar as cousas. O galego é, de momento, se non me lembro mal, lingua oficial de Galicia xunto co castelán e, polo tanto, debe de ser tratado, cando menos, en igualdade co castelán. ¡Joer! Presidente, parece que quere vostede rematar a tarefa de don Gaspar de Guzmán. Se o galego ten que desaparecer deixe que sexa o tempo quen se encargue diso, como se encargou do latín e encargarase do propio castelán. Non enrede, home.

Otro año rematado

Antes de escribir estas líneas hice un repaso de lo acontecido a lo largo del año que termina. Pero  como no tengo ganas ni sé hacer un análisis sesudo ni sin “sesar”,  de lo que ocurrió… Escribo de lo que me da la gana.

Y  veo, sin asombro, que  todo fue igual que el año anterior y que el anterior y que el anterior del  anterior… Quizás cambien los nombres de los protagonistas, pero nada más.

Nuevos líderes se hicieron cargo del cotarro mundial, pero no se notó lo más mínimo… el alboroto es ensordecedor. Se cambió de “Padrino” pero no de negocio.

La gente continúa muriendo. Unos de hambre, otros por enfermedad, otros de viejos y algunos de casualidad (hay casualidades que matan).

También tuvimos un buen muestrario de guerras. Guerras anónimas,  limitadas, civiles, ilegales  e, incluso, guerras de Unión Temporal de Estados (UTE)… Según datos del  Registro Mercantil.

En fin,  más o menos lo de siempre… De todas formas sigo confiando en este bicho llamado humano.

Feliz Año Nuevo

Carta de mi madre

Con esta carta quiero comunicaros que doy por finalizadas las navidades. Es una decisión ésta muy meditada, creo que ya va siendo hora de que regreséis a la realidad. Es momento de que unos volváis a sellar la cartilla del paro, otros a trabajar, otros a robar (sabéis que eso no me gusta, pero si no sabéis hacer otra cosa… os perdono), otros a enamorarse de nuevo, otros a continuar pasando hambre (algunos hasta os moriréis por eso, aunque procuraré evitarlo) y otros… a lo que os tocó en suerte. Sé que es duro, pero la vida debe continuar. Me gustaría prolongaros los festejos pero eso me acarrearía muchos problemas de orden logístico y crematístico. Así que, sintiéndolo mucho, que cada cual se busque la vida como pueda.

Con todo mi amor.

Mamá

Visita a Oviedo (I) – Las Esculturas

Un par de días en Oviedo no son suficientes para conocer a fondo todo lo que ofrece la capital del Principado, pero sí para tener una idea general de la misma y aprovechar la siguiente visita para centrarse en los pequeños detalles que esconde  «Vetusta». Como tengo bastante material… voy a poner dos o tres entradas sobre el  recorrido. La de hoy va dedicada a las esculturas que nos encontramos mientras caminábamos por las calles de Oviedo… La más buscada y conocida internacionalmente es la del multifacético Woody Allen, aunque a mí  personalmente (todo es subjetivo), me gustan más otras… Ahí os quedan.

Nota: El denominado «Monumento a la Concordia» es obra de Esperanza d´Ors y no de Eugenia d´Ors, como puse por error en las fotografías de su obra.

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Una parada en Goiriz

Aprovechando el regreso de un viaje a Oviedo, hice una parada en mis feudos para preguntarle al «hidalgo de goteo»  que tengo a cargo de la administración de mis bienes si todo estaba en orden y, de paso, hacer unas fotos para comprobar en palacio si el cabroncete me estaba engañando. Revisadas las fotos veo que todo está más o menos igual que en el siglo XVIII que fue cuando terminé las obras de la iglesia… dos siglos después de haberlas iniciado. Cuando me embarco en un proyecto no me importa el tiempo que se tarda en realizarlo, lo que quiero es rematarlo bien. El cementerio de estilo neogótico está bastante bien conservado. Tengo que darle algo más de publicidad a ver si así recaudo más, ya que  se trata de una joya popular única. Se me olvidó comprobar si de la fuente del «Campo do Cristo», pegada al «cruceiro», todavía mana agua (eso será otro día). Os aconsejo una parada en Goiriz aunque sólo sea para ver el cementerio.

Un imperio de la nada

Nunca supe cómo de la nada se puede crear un imperio empresarial, pero parece ser que sí se puede. Al menos eso es lo que se desprende del artículo de opinión de don Fernando Ónega publicado en “La Voz de Galicia” de hoy (17 de diciembre de 2009) en su página 17. Don Fernando se refiere a un gallego de segunda generación llamado Gerardo Díaz Ferrán. Este gallego de Madrid que hoy preside la CEOE efectivamente empezó su carrera empresarial con NADA más y nada menos que 82 autocares aportados por el padre de su socio Don Gonzalo Pascual Arias y 25 millones de pesetas del año 67 (150.000€) que aportó el padre del actual presidente de la patronal española. Está claro que ser emprendedor es cuestión de trabajar duramente. Me parece, es una opinión… también, que el Sr. Ónega intenta venderme los problemas económicos de  don Gerardo como ejemplo de los sinsabores que tienen que pasar los empresarios. Si alguien sufre realmente la crisis serán sus trabajadores… que no cobran o esos otros empresarios que se juegan su patrimonio cuando hay y cuando no hay crisis. Póngame otro ejemplo, este… no me vale.

Hay una “cosa” en estos tiempos a la que llamamos internet que además de ser una gran revista pornográfica, posee una base de datos increíblemente amplia sobre las venturas y desventuras de casi todo dios. Para muestra pongo un enlace donde, el que quiera… como siempre, puede informarse detalladamente sobre la vida, obra y milagros de Don Gerardo Díaz Ferrán que, por cierto, si no mienten los periódicos, está siendo investigado por La Fiscalía Anticorrupción por delito fiscal y desvío de capitales públicos.

Enlace al artículo de Don Fernando Ónega en  La Voz de Galicia http://www.lavozdegalicia.es/opinion/2009/12/17/0003_8176942.htm#

Enlace a Los Genoveses, SA donde dan un exhaustivo repaso a la vida empresarial de Don Gerardo Díaz Ferrán. http://www.losgenoveses.net/Personajes%20Populares/Varios/diazferran.html

Conducir con el móvil

Hoy, el Congreso rechazó la propuesta de todos los grupos de la oposición que pretendían que si  te “pillaban” hablando por el móvil mientras conducías no te multasen si, en un mes, instalabas un sistema “bluetooth” en tu vehículo. La abstención de Nafarroa-Bai y el voto en contra de ERC, que cambió su posición inicial a favor de la propuesta, unidos a los del PSOE  tumbaron la iniciativa.

No sé si es porque tengo sólo dos neuronas, pero hay cosas que me parece que no tienen discusión. Si conduzco hablando por el móvil y la legislación prevé que me sancionen ¡que lo hagan! Después, si me sale de allí (son una mina mis “allí”) instalo un sistema inalámbrico y si no, cuando reincida que me vuelvan a multar.

Tengo una idea, como no proponen algo parecido para cuando te pillen con dos vasos de vino… El agente te diría, por ejemplo…

– Le comunico que da usted positivo en alcoholemia, que va «mamao» para que lo entienda… pero no se preocupe, por esta vez no le multamos, tiene usted  un mes para presentar ante la Jefatura de Tráfico un certificado de una asociación de alcohólicos anónimos confirmando que asiste a sus sesiones terapéuticas. Buen viaje y vaya con cuidado.

El pescadero

Se llama Fran es de Cariño y viene por estos pagos todos los jueves del año. Para que el personal no se queje de que llega demasiado tarde y ya no trae variedad de pescado, un jueves hace una ruta y al siguiente otra para tener a todos contentos. El “elemento” (cariñosamente hablando), además de traer el pescado a la puerta de casa es un tipo que tiene un verbo fácil que «engancha»… como casi todos los que tienen que andar por esos caminos de dios ganándose la vida y aguantando nuestros caprichos. Hoy, que le tocaba de venir a última hora por nuestra zona, ya “sólo” llevaba mejillones, chipirones descongelados (no hay trampa, él es el que te lo dice… frescos es muy raro encontrarlos hoy en día), Jurelos o Jureles, Meigas (parecidas al Gallo… pero no), Pescadilla, Rubio o Bejel (yo le llamo Liberna), Pulpo, filetes de Mero, anillas de Calamar, Abadejo (uno), Pescadilla y Merlón… creo que no me dejé ninguno en el tintero. O sea, que el Fran hoy llevaba un surtido aceptable para ser “sesión de tarde”.

Carta para papá Noel y para los Reyes Magos

Muy Srs. míos:

Por la presente les comunico que si a cualquiera de ustedes se le ocurre entrar en mi casa por el balcón, la chimenea u otro lugar y les veo, no sólo no les dejaré entrar para dejar los obsequios que nadie les pidió sino que, posiblemente, en su vida vuelvan a dejar regalo alguno en lugar alguno. Si, además, uno o varios de sus camellos, dromedarios, renos o cualquier otra especie animal que les acompañe deja alguna “huella” nauseabunda en mi territorio… ¡Los capo! Primero a ellos y luego a ustedes.

Sin otro particular, reciban  un cordial saludo.

Ayer fui a Ferrol

Y con un poco de suerte no vuelvo por allí en una buena temporada. Menudo lío el que tenéis organizado, lo de la calle del Sol ya suena a cachondeo… no sé con exactitud las veces que se  “martirizó” a esta calle en los últimos años ¡Ni la obra del Escorial! Sobre la “desfeita” de la plaza de España ya no digo nada ¡vaya bodrio, electos míos! el que habéis organizado… (conho, ahora que recuerdo, yo ya no voto en Ferrol).  Podría hablar de la calle del Instituto (no sé si se llama así o sigue siendo “Cuntis”), de la Sánchez Calviño, de la Venezuela, de… ¡Joer, insufrible! Da igual que vaya uno a pie o en coche, que conozcas la ciudad o no, que lleves un callejero o un GPS (con este último, lo más normal es que se le fundan los plomos y  termines con el coche dentro de la ría para gozo de munges, lorchos, fanecas, jibias y “peronés”). Me hago cargo de que las ciudades necesitan un mantenimiento y que las obras se hacen con la intención de mejorarlas, pero una cosa es mejorarlas y otra es hacerlas intransitables e insufribles.  También me pregunto ¿es necesario levantar todas las calles al mismo tiempo?

Plaza de Amboage, Ferrol

Si os interesa tener más información sobre esta plaza os pongo el enlace de un blog que, además de «colgar» fotos antiguas de Ferrol, hace un repaso histórico del orígen de plazas, calles y lugares de la ciudad FERROL ANTIGUO

Tengo un problema… y no es sexual

No, sexualmente estoy como el reloj de pared heredado de mis tatarabuelos… funciona raramente pero, cuando lo hace, parece recién salido de fábrica. Mi problema es de índole gastronómico; no sé qué preparar para la cena de Nochebuena ¿por qué le llaman Nochebuena? No me contesten… me da igual.

Tengo serias dudas sobre si optar por la cena tradicional que se lleva/llevaba por estos pagos, un buen plato de  “Coliflor con Bacalao”  u optar por una cena más cosmopolita… Digamos que un menú basado en la cocina francesa y no porque considere que la cocina francesa sea superior a otras (ellos sí se lo creen)  no, es por  cómo suena…. Por ejemplo este “ Carré D´ Agneau Aux Trois Poivres” (Carré Dañó Ó Truá Puávre)¡Dios, se me hace la boca agua! Muchos, sin duda, sabrán traducir el significado de esas palabras francesas pero, para el que no lo sepa, se las traduzco yo… “Cordero al horno”.  Estarán de acuerdo conmigo en que no hay color… ¡Ya está! Decidido… Carré D´Agneau Aux Trois Poivre ¡Voy a quedar como dios!

Reservado Enterrador

Al ver la fotografía tengo dos cosas muy claras y una dudosa… la primera es que el «Enterrador» tiene una plaza de aparcamiento reservada; la segunda que los familiares del difunto (supongo) disponen de tres, y la tercera, sobre la que tengo dudas, es que hay otras dos plazas reservadas pero sin especificar a quién corresponden  ¿Para quién son? ¿Por qué no se aclara para quién están reservadas?… Supongo que una de ellas será para el cura… ¡Y la otra! ¿Para quién será la otra?

Por cierto, los «letreros» que advierten de que esas plazas están reservadas son un poco rústicos, ¿No?

Pues no… no estoy de acuerdo

Y me da igual que lo diga el Tribunal Europeo de Derechos Humanos o el de La Vega de Valencia. No creo que estar casado por el rito gitano sea menos legal que estarlo por el zulú o, por el católico… cada cual que se case por el rito que le salga de los mismísimos. Ahora bien, que te cases por uno o por otro, no deja de ser a todos los efectos nulo de pleno derecho, si dicho matrimonio, contrato o como se le quiera llamar, no se registra  debidamente ante el organismo administrativo correspondiente. O sea, que digo sí a que a que la gente se case como quiera pero, con la condición de ir, tras el enlace ante Dios o el Diablo, con los correspondientes testigos al Registro Civil o a un notario (no sé si eso también valdría), y formalizar dicho contrato ante la administración. Me alegro de que la señora Muñoz Díaz pueda cobrar su pensión de viudedad… ¡Pero ojo! Que esta sentencia del Tribunal puede dar pie a un sinfín de peticiones, sean éstas reales o ficticias. Quién confirma o desmiente que se haya realizado una hipotética unión matrimonial ya sea esta por el rito gitano o por cualquier otro.

XXI Festa do Marisco de O Barqueiro 2009

No ibamos a ir… pero fuimos y no lo lamentamos, buen ambiente, reencuentros con viejos amigos y el marisco como disculpa para pasar una jornada fuera de casa. Sólo un pero ¿hay posibilidad de dejar un pasillo más amplio entre las mesas? Lo pregunto porque, además de mi torpeza, resulta bastante difícil el transporte de las bandejas hasta la mesa y desde la mesa a los contenedores; de hecho yo mismo pasé un apuro del copón al volcar el contenido de la bandeja sobre una joven ¡perdón de nuevo! menos mal que sólo eran restos y el caldo de noca lo llevaba puesto. Si no fuera por este pequeño incidente todo habría sido perfecto… de hecho, aún así, lo fue. Ahí os dejo las fotos como recuerdo de la fiesta… 21 años ya, todo un récord.

Para ampliar las fotos «pinchar» sobre ellas.

REPORTAJE: MEMORIA HISTÓRICA La muerte lenta de Víctor Jara Torturado y asesinado por los golpistas chilenos, el cantautor fue sepultado de forma casi clandestina en un modesto nicho. EL PAÍS reconstruye su muerte con los recuerdos de los testigos

Cansados y con sus manos entrelazadas en la nuca, los 600 académicos, estudiantes y funcionarios de la Universidad Técnica del Estado (UTE) tomados prisioneros por los militares golpistas iban entrando al Estadio Chile, un pequeño recinto deportivo techado cercano al palacio de La Moneda. Un oficial con lentes oscuras, rostro pintado, metralleta terciada, granadas colgando en su pecho, pistola y cuchillo corvo en el cinturón, observaba desde arriba de un cajón a los prisioneros, que habían permanecido en la universidad para defender el Gobierno del presidente socialista Salvador Allende. Era el 12 de septiembre de 1973, día siguiente del golpe militar, en el alba de la dictadura de 17 años encabezada por el general Augusto Pinochet.

Con voz estentórea, el oficial repentinamente gritó al ver a un prisionero de pelo ensortijado:

-¡A ese hijo de puta me lo traen para acá! -gritó a un conscripto, recuerda el abogado Boris Navia, uno de los que caminaba en la fila de prisioneros.

«¡A ese huevón!, ¡a ése!», le gritó al soldado, que empujó con violencia al prisionero. «¡No me lo traten como señorita, carajo!», espetó insatisfecho el oficial. Al oír la orden, el conscripto dio un culatazo al prisionero, que cayó a los pies del oficial.

-¡Así que vos sos Víctor Jara, el cantante marxista, comunista concha de tu madre, cantor de pura mierda! -gritó el oficial. Navia rememora. Es uno de los testigos del juez Juan Fuentes, que investiga el asesinato del cantautor, uno de los crímenes emblemáticos de la dictadura, porque Jara fue con su guitarra y con sus versos el trovador de la revolución socialista del Gobierno de Allende en Chile. Por su impacto y la impunidad en que están los culpables, el crimen de Jara es en Chile el equivalente al asesinato de Federico García Lorca en España.

«Lo golpeaba, lo golpeaba. Una y otra vez. En el cuerpo, en la cabeza, descargando con furia las patadas. Casi le estalla un ojo. Nunca olvidaré el ruido de esa bota en las costillas. Víctor sonreía. Él siempre sonreía, tenía un rostro sonriente, y eso descomponía más al facho. De repente, el oficial desenfundó la pistola. Pensé que lo iba a matar. Siguió golpeándolo con el cañón del arma. Le rompió la cabeza y el rostro de Víctor quedó cubierto por la sangre que bajaba desde su frente», cuenta a este periódico el abogado Navia.

Los prisioneros se habían quedado pasmados mirando la escena. Cuando el oficial, conocido como El Príncipe y hasta hoy no identificado con plena certeza, se cansó de golpear, ordenó a los soldados que pusieran a Jara en un pasillo y que lo mataran si se movía. El autor de canciones como El cigarrito y Te recuerdo Amanda, que Serrat, Sabina, Silvio Rodríguez y Víctor Manuel han incorporado en sus repertorios, entró así al campo de prisioneros improvisado por los militares donde vivió sus últimas horas.

Muchos recordaron a Jara con emoción esta semana, cuando su viuda e hijas y la fundación que lleva su nombre organizaron el funeral que no pudo tener en 1973, la despedida popular que merecía, para sepultar los restos del cantautor, exhumados en junio por orden del juez y devueltos a la familia después de una nueva autopsia, que confirmó las huellas de bala y torturas.

El ensañamiento con Jara fue uno de los signos de la dictadura de Pinochet (1973-1990), que truncó con brutalidad el Gobierno de Allende y los sueños socialistas, dejando un reguero de más de 3.200 muertos y desaparecidos, alrededor de 30.000 torturados y decenas de miles de exiliados. El Chicho, como era conocido Allende, un médico socialista y masón, había llegado a la presidencia en 1970, en su cuarto intento, con el 36% de los votos, encabezando la Unidad Popular, la coalición que reunía a la izquierda chilena en un arco multicolor.

Con un programa que ofrecía reforma agraria, medio litro de leche diaria para los niños y la nacionalización del cobre, principal riqueza de Chile, en manos de empresas norteamericanas, la victoria de Allende en las urnas, la primera de un marxista en Occidente en plena guerra fría, sorprendió a Estados Unidos e insufló esperanzas en muchos países, incluidos los opositores de Franco en España. Un irritado presidente Richard Nixon ordenó en la Casa Blanca intensificar las acciones desestabilizadoras.

Pero en Chile se vivían tiempos de efervescencia. Las movilizaciones sociales iban en ascenso y con Allende en La Moneda, el Gobierno ganó apoyo en las urnas en lugar de perderlo. El cerrojo norteamericano se apretó con el embargo de las exportaciones de cobre, en réplica a una nacionalización en la que Chile resolvió no indemnizar a las empresas expropiadas por haber obtenido ganancias excesivas, mientras la oposición de centro y derecha se reunió en una coalición contra Allende, y la izquierda más radicalizada comenzó a desbordar al Gobierno acusándolo de reformista. La lucha política se exacerbó.

El Gobierno socialista concitó una amplia adhesión de artistas e intelectuales. En los tres años de Allende, Chile vivió un destape cultural como nunca antes y Víctor Jara fue uno de los protagonistas. Hijo de inquilinos campesinos, conoció de la explotación y miseria en su infancia y juventud. Aprendió música por la intuición de su madre. Cuando ella falleció, viajó a Santiago a estudiar teatro. Como director teatral recibió premios de la crítica y la prensa por sus montajes e hizo giras por dos continentes.

Mientras estudiaba dramaturgia, comenzó a tocar y componer con el grupo Cuncumén. Después trabajó con la pléyade del folclor chileno: Quilapayún, Inti Illimani, Ángel e Isabel Parra, Patricio Manns, Rolando Alarcón. Violeta Parra, la autora del universal Gracias a la vida, fue una de las que descubrió tempranamente el talento de Jara como compositor e intérprete.

Militante comunista, Jara defendió a la Unidad Popular con su guitarra, hizo canciones de protesta, pero sus obras mayores, aquellas más sencillas e imperecederas, son las que brotan desde la tierra y de la pobreza de las barriadas periféricas de Santiago, las fuentes de su saber. Víctor creía que «la mejor escuela para el canto es la vida», recuerda su viuda, Joan Turner, en Un canto trunco, las memorias de Jara. Nombrado embajador cultural por Allende, prefería compadrear en una peña popular a los cócteles de diplomáticos.

Durante el paro de octubre de 1972, con el que la oposición quiso poner de rodillas al Gobierno, junto con decenas de miles de personas, Jara salió a realizar trabajos voluntarios para impedir que la economía se detuviera. En la vorágine escribió Manifiesto, su testamento musical: «Yo no canto por cantar / ni por tener buena voz, / canto porque la guitarra / tiene sentido y razón».

Con la inflación desbocada, desabastecimiento y mercado negro, el transporte paralizado y con el mayor partido opositor, la Democracia Cristiana, cerrando las puertas al diálogo para encontrar una salida, a Allende casi no le quedan opciones, y muchos creen que un golpe militar es inminente. Resuelve que el martes 11 septiembre llamará a un plebiscito que decidirá si sigue o no en el poder. Enterados, los militares adelantan el golpe militar para ese martes.

El escenario que había escogido Allende para pronunciar este discurso que podría haber cambiado la historia es la sede de la UTE. Nunca llegó. Enterado de la sublevación militar, Allende acude con sus colaboradores más cercanos a La Moneda, a defender la democracia. Dispuestos a todo, los militares bombardean el palacio y Allende, que sólo saldrá sin vida de ese lugar, pide a los trabajadores que permanezcan en sus puestos, pero que no se dejen provocar, y anticipa en su lúcido discurso final que otras generaciones superarán ese momento.

En asambleas por facultad, la comunidad de la UTE resolvió permanecer en la sede universitaria, como pidió Allende. Entre ellos, Víctor Jara, que trabajaba en extensión en la universidad e iba a cantar en el acto de Allende. Habla dos veces por teléfono con Joan y cree que volverá a casa al día siguiente. Esa noche anima a los estudiantes en su último recital, mientras en todo Santiago suenan las balas de los militares.

Al día siguiente, los militares instalan un cañón frente a la universidad y disparan a la rectoría mientras un centenar de soldados vacía sus cargadores. No hay resistencia: estaban desarmados. Rompen puertas y cerrojos y toman prisioneros a los 600 que permanecían ahí.

El infierno está a un par de kilómetros, en el Estadio Chile, rebautizado en democracia como Estadio Víctor Jara. Ahí el cantautor queda tendido en el suelo. A un estudiante peruano que confunden con cubano le cortan una oreja con un cuchillo. A un profesor de ciencias sociales que llevaba pruebas recién corregidas de sus alumnos le piden las dos mejores notas, las entrega y lo obligan a que se coma las hojas. Los amenazan con barrerlos con «las sierras de Hitler», ametralladoras de gran calibre cuyas balas cortan los cuerpos. Un obrero grita: «¡Viva Allende!», y se arroja desde las graderías, muriendo desangrado. En el recinto caben apretadas 2.000 personas, pero hacinan a más de 5.000 prisioneros.

El Príncipe tiene visitas de oficiales y quiere exhibir a Jara. Un oficial de la Fuerza Aérea que está con un cigarrillo le pregunta a Jara si fuma. Con la cabeza, niega. «Ahora vas a fumar», advierte, y le arroja el cigarrillo. «¡Tómalo!», grita. Jara se estira tembloroso para recogerlo. «¡A ver si ahora vas a tocar la guitarra, comunista de mierda!», grita el oficial y pisotea las manos de Jara, relata Navia.

«Cuando llegaron más prisioneros y los soldados fueron a recibirlos, Víctor se quedó sin custodia. Entre varios lo arrastramos adonde estábamos y comenzamos a limpiar sus heridas. Llevaba casi dos días sin comida ni agua», dice Navia. Un detenido consigue que un soldado le regale un tesoro: un huevo crudo. Se lo dan a Jara. Con un fósforo, el cantautor perfora el huevo en ambos extremos y lo sorbe. «Nos dijo que así aprendió en su tierra a comer los huevos», recuerda.

A Jara le vuelven las energías. «Mi corazón late como campana», dice. Y habla, de Joan y sus hijas. Dos detenidos logran salir libres gracias a contactos. Varios escriben mensajes breves para que avisen a sus parientes de que están vivos. Víctor pide lápiz y papel. Navia le pasa una libreta pequeña de apuntes, que hoy conserva la Fundación Jara como pieza de museo. Escribe con dificultad sus últimos versos: «Canto que mal que sales / Cuando tengo que cantar espanto / Espanto como el que vivo / Espanto como el que muero».

Repentinamente, dos soldados lo toman y arrastran, y Jara alcanza a arrojar la libreta. Navia se queda con ella. Comienza una golpiza más brutal que las anteriores, a culatazos. Otros prisioneros lo verán con vida horas después. Un conscripto, José Paredes, confiesa 36 años después que jugaron a la ruleta rusa con Jara antes de acribillarlo en los subterráneos. Es el único procesado vivo en el caso. El otro, el jefe del recinto, el coronel Mario Manríquez, falleció. La primera autopsia, en 1973, revela 44 disparos. La nueva, en 2009, confirma que Jara murió por múltiples impactos. Pero Paredes se retracta de su confesión.

Al anochecer del sábado 15 de septiembre trasladan a los prisioneros del Estadio Chile al mayor recinto del país, el Estadio Nacional. «Al salir al foyer para irnos, vemos un espectáculo dantesco. Hay entre 30 y 40 cadáveres apilados, y dos de ellos están más cercanos. Todos están acribillados y tienen un aspecto fantasmagórico, cubiertos de polvo blanco, porque cerca estaban apilados unos sacos de cal para hacer reparaciones, que cubre sus rostros y seca la sangre. Reconozco a Víctor en primer lugar, y después al abogado y director de Prisiones Littré Quiroga», relata Navia.

A Jara le han quitado el chaquetón que otro prisionero le había pasado porque tenía frío. Esa noche, los soldados arrojan seis de estos cadáveres, Jara entre ellos, junto al Cementerio Metropolitano, en el acceso sur de Santiago. Una vecina reconoce al cantautor y avisa para que lo recojan. Cuando el cuerpo llega a la morgue, un trabajador de este servicio, que era comunista, también reconoce a Jara y avisa a su esposa Joan para que lo sepulte antes de que lo sepulten en una fosa común.

El cuerpo del cantautor está junto al de cientos de víctimas en un mesón de la morgue, al final de una fila de jóvenes. Sólo tres personas acompañan a Joan en el funeral semiclandestino que se celebró en el Cementerio General de Santiago, donde fue inhumado en un humilde nicho. Jara está en su cenit creativo, poco antes de cumplir 41 años, y quienes tronchan su vida no saben que lo están haciendo más universal, a él, pero también a ellos mismos.

Carta abierta a Don José Luis Rodríguez Zapatero

Sr. Presidente.

Si me atrevo a escribirle esta carta es únicamente con el  ánimo de mostrar mi pesar por la imagen que su gobierno transmite a la opinión pública o, al menos,  la que yo percibo. Da  la sensación de que cualquier propuesta que se hace desde su gobierno es mera improvisación. Me parece bien que los ministros  tomen decisiones, para eso se les paga. Pero, lo que cabría esperar es que esas decisiones hayan sido previamente estudiadas,  dialogadas y pactadas con el  resto del gabinete. Lo que  no se  entiende  es que los titulares de los distintos ministerios  pregonen tal o cual medida (a bombo y platillo en muchos casos)  y, horas después, usted afirme que dicha norma no será aplicada… eso  suena a descoordinación ¿no le parece? Sr. Presidente. De esta forma está dando  la sensación de que usted  intenta quedar bien con todo el mundo, lo cual es, creo yo, imposible. Su deber para con los ciudadanos es el de gobernar  y, eso, en ocasiones, implica la adopción de medidas que incomodan a una parte de la  sociedad. Por favor, le ruego que trate de  coordinar a su gobierno para que no vaya cada uno por su lado. Lo dicho, Sr. Presidente… lamentable imagen.

P. D.

Si no le importa, podría cesar a la ministra de Cultura  ¡ya!

Gracias anticipadas.

Los líderes del mundo como nunca los habíamos visto

El mes pasado aprovechando que casi todos los Jefes de Estado o Gobierno estaban reunidos en Nueva York, Platon, uno de los fotografos del «The New Yorker», célebre por sus retratos,  montó un pequeño estudio al lado de donde se celebraba la asamblea general y logró que gran número de primeros ministros o jefes de estado, que entraban o salían de la sala,  posaran para él… incluido nuestro presidente Rodríguez Zapatero.

El Resultado de su ¡fantástico! trabajo podéis verlo «pinchando» sobre el siguiente enlace «The New Yorker» comentado por el autor.

El Premio Nobel de la Paz 2009 pone fecha al fin de la guerra en Afganistán

Sí, el presidente norteamericano  y premio Nobel de la Paz, Barack Obama, decidió ayer que para el año 2011 las tropas estadounidenses comenzarán su retirada del país asiático. Para ello,  el Nobel de la Paz enviará otros 30.000 soldados… Supongo  que será para que ayuden a salir de allí a los que ya están y no para intentar ganar la “guerra”. Está claro que esta gente no lee libros de historia y no me extraña… la historia sólo cuenta lo que no se debió haber hecho nunca. Bueno, pues no sé yo si será en el 2011 o en el 2014, pero lo que sí sé es que van/vamos a salir de allí cómo lo hicieron antes los rusos (el ejército del Zar), los británicos, de nuevo los rusos (URRSS)  y ahora los yanquis y cía (léase OTAN). En la penúltima retirada, la de los soviéticos, el balance fue aplastante para las tropas  rusas 800.000 muertos afganos y 15.000 rusos, o sea,  ganaron… pero perdieron. No sé cómo va el tanteo en esta última, aunque supongo que será algo parecido, o incluso mayor, el marcador  a favor de los “buenos”. No me gusta el sistema afgano, absolutamente nada pero, quiénes somos nosotros, benditos «occidentales», para criticar o desmantelar por la fuerza  a otros, cuando hace diez minutos estábamos a leches  (léase hostias) para poner en orden nuestra casa. Marchémonos de allí lo antes posible, en orden si puede ser y que sean los afganos quienes se encarguen de su futuro, no muy esperanzador… pero suyo. Por si a alguno se le olvidó o no quiere saberlo, Europa estuvo/está en guerra desde antes de que se supiera que «esto» se llamaba Europa.

Paz en la Tierra a los hombres de buena voluntad… y más a los que no la tienen.

Adorando a la Luna

El plenilunio no se producirá hasta la noche del miércoles. Aun así nuestro satélite ya nos refleja la luz solar de una manera espectacular. No hace muchas lunas, Maruja, una joven amiga de Lagares (Pantín), me contaba que Anselmo (por poner un nombre), hombre serio y trabajador, que vivía cerca de Ás Ferrerías, cuando había Luna llena se desnudaba y la reverenciaba con tal gravedad que, nunca nadie le recriminó ni se burló de su actitud (¿Areismo?). Estos recuerdos los data mi amiga en 1930 más o menos.