Ayer cumplí años

Si señor, desde ayer un nuevo dígito adorna el número que descifra la edad oficial que tengo… Un día para la alegría y la tristeza, un año más y uno menos… todo el mundo me entiende ¿no?. Pero esas son las reglas y hay que aceptarlas o dejar de jugar. En mi caso, de momento, prefiero seguir en el juego aunque ya poco pueda aportar a la partida. No tengo ningún interés en transferirle mi energía a la Red Eléctrica de España ni a ningún otro ente, ya sea éste tangible o intangible… que se busquen otras fuentes de energía, si puede ser.

Y para celebrar el acontecimiento fui a visitar a la persona que tuvo la dicha y el gozoso placer de parir un macho Alfa sin alzas (no como otros que yo me sé) de 5 kg y no sé cuántos gramos… con la única ayuda de doña Helga, una matrona alemana de considerable estatura y anchura (¡Un Panzer IV humano!), que ejercía en Ferrol por aquellas fechas y que fue, sin duda designada por un ser superior ¡la elegida! para poder relatar al mundo la buena nueva ¡Amén!

Y con este escrito, hermanas y hermanos ya sabéis un poco mas de mi humilde persona ¡Gozad conmigo!… si os peta