Despido Libre ¡Ya!

por Fermín Goiriz Díaz

Por qué no os dejáis de zarandajas y aplicáis de una vez por todas las órdenes recibidas de los superiores no adscritos pero jefes al fin y al cabo de vuestro… emmm ¿cómo se dice…? ¡Ah, ya recuerdo! Partidos políticos (no me salía).
En vez de andar mareando la perdiz con reuniones entre sindicatos, empresarios, ministros… etc., etc., etc.
¡Una pérdida de tiempo y dinero! Aunque esto último os da igual, no es vuestro, pero como si lo fuera ¡faltaría mas!
Que si “previsión de pérdidas transitorias”, que si “despidos objetivos”, que si… Nada… se acabaron los juegos florales,  menos tonterías y despido libre, ¡ya!  por decreto, eso sí, firmado por el Rey. Pero no el de la baraja, ni uno de los de oriente, no. Por el otro.

El 14 % y subiendo

Esa es la diferencia a favor del palíndromo en caso de celebrarse ahora elecciones generales, un 14 % (13,8 para ser mas exactos),  aun a pesar de que el Sr. Rajoy produce mas pánico que el señor Messi en el Bernabeu… Pues así es la vida, cuando el hombre sesteante de Perides sale de su letargo placentero, lo hace para desbrozar la finca ¡prepárense! A estos del 2P no les va a crear ningún problema de conciencia cargarse la sanidad pública y otras zarandajas de tipo social de las que solo se aprovechan degenerados, vagos y maleantes…
Ahora, el exsesteante don Mariano, con una sobredosis de triunfo electoral en vena, nos comunica que Castilla-La Mancha está en quiebra (no habla de Murcia… no toca) y de que los ayuntamientos han despilfarrado a manos llenas… haciendo referencia a los gobernados por los sociatas, claro. Omitiendo que las comunidades gobernadas por  los chicos de Rajoy tienen un adeudamiento superior en 4 puntos a las gestionadas por el PSOE, mientras que en las capitales de provincia, la deuda de los ayuntamientos del PP duplica la de los gobernados por los socialistas. Para hablar de la del Ayuntamiento de Madrid harían falta tres páginas, como mínimo.
Pues nada, que dios os coja (agarre) confesados y bendecidos a todos y a todas.

Por Fermín Goiriz Díaz